Aquí tenéis la noticia:
Rescatados todos los gatos que vivían en el islote del Guadiana en Badajoz
El
pasado 9 de noviembre fue rescatado el último gato que quedaba en la
pequeña isla del Guadiana a su paso por Badajoz, en la que durante años
han vivido decenas de gatos, que sobrevivían con la comida que algunos
vecinos les tiraban desde el puente. Muchos han muerto ahogados. Otros
han malvivido mojados, hambrientos y enfermos aferrándose a las ramas de
los pocos árboles que tiene esa isla para salvar su vida y evitar
ahogarse. Una dramática situación que hasta la fecha se ha repetido
durante años, para vergüenza de esta ciudad.
El Partido Animalista - PACMA quiere criticar la
inoperancia y dejadez del Ayuntamiento de Badajoz, que ha eludido (y
sigue sin asumir) sus competencias, según la Ley de Protección Animal de
Extremadura.
Olga Lama, coordinadora de PACMA en Badajoz intentó mediar, desde el primer momento, con el Ayuntamiento para poner a salvo a los gatos de la isla del río.
Sin embargo, en sus propias palabras, “el Consistorio, garante de la
seguridad, integridad y bienestar de los animales abandonados en su
municipio debería haber usado todos sus recursos (bomberos, policía
local, contactos con la Confederación Hidrográfica o la Consejería de
Medio Ambiente) para trabajar en el rescate y salvaguardia de la vida de
estos animales, pero no ha sido así. Ignoraron nuestras peticiones”.
Ni tan siquiera atendieron a la propuesta de
gestión de colonias felinas urbanas presentada por PACMA el pasado mes
de abril, ni para aplicarla en la colonia de la isla de manera inmediata
ni a largo plazo en ninguna de las muchas otras repartidas por la
ciudad, y que subsisten gracias al inmenso esfuerzo de
voluntarios anónimos. De hecho, el Ayuntamiento pacense actúa de manera
totalmente contraria a dicha propuesta, ya que en estos últimos días
está capturando, trasladando a la perrera municipal y gestionando el
sacrificio de los gatos de otra de las colonias de la ciudad, haciendo
alarde de una absoluta falta de sensibilidad y respeto a la vida de los
animales, pero sobre todo mostrando un profundo desprecio a un gran
número de ciudadanos, que les han exigido de manera reiterada un cambio
radical en su actitud y trato a los animales abandonados de la
localidad.
Afortunadamente para los gatos de la isla del Guadiana, un
grupo de personas anónimas asumieron lo que no les correspondía: una
empresa que parecía -y ha sido- épica y sin precedentes en este país. Lo
hicieron por simple humanidad, por caridad, por sensibilidad.
Carmen, Gema, Soraya, Raúl, Noemí, María, Jenny, Nako, Mercedes, Marta,
Sergio y Mari, los verdaderos héroes de esta historia, lograron
organizarse para llevar adelante el dificilísimo rescate de más de 29
gatos asilvestrados, y después de nueve meses de lucha, lo lograron.
En esta hazaña contaron con el fundamental apoyo de
varias protectoras pacenses, con la generosa colaboración de varios
veterinarios, con la ayuda a título estrictamente personal de dos
miembros del cuerpo de bomberos y con las donaciones económicas
recibidas a través de un evento creado en las redes sociales, gracias a
los cuales todos los gatos están actualmente a salvo, atendidos
sanitariamente y viven felices con familias adoptantes o en refugios
felinos.
Desde PACMA queremos manifestar nuestro
público agradecimiento a estas personas que han luchado cada día, por
cada uno de esos animales, sin abandonar cuando las fuerzas
decaían, cuando hacía frío o calor, arriesgándose a ser multados,
soportando insultos o burlas crueles -e incluso ataques verbales y
físicos- de algunos ciudadanos, manteniéndose firmes, con un compromiso
personal excepcional, hasta rescatar el último de ellos. Su increíble
ejemplo, seguido en toda España y en varios países europeos (desde donde
llegan constantes mensajes de apoyo y ánimo), nos dice que aunque
nuestros políticos sigan anclados en la inoperancia, la dejación, la
insensibilidad y el desprecio a nuestros principios como defensores de
los animales, muchas personas están dispuestas a pelear hasta el final
por ellos.
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